febrero 13, 2007

REvolución




...No es flojera ni abandono, es simplemente la tremenda necesidad que siempre he tenido de hacer lo que quiero, el tremendo rechazo que me genera lo injusto. Lo que quiero, eso si, no es un capricho, es un intento corajudo de levantar un proyecto de vida distinto, un ideal, un sueño.


Esta simple intención me coloca una presión que me mantiene en el límite de lo soportable; a veces siento ganas de abandonar todo, pero por otro lado, cada minuto que pasa me señala que el tiempo se agota y la tortura de mirar la foto de mi vida en el peor de los momentos pronto se va a terminar.


Yo siempre he sentido que tengo la palabra Revolución corriendo por mis venas...me encanta la palabra revolución, tiene personalidad, tiene postura, tiene el arrojo de adquirir sentido propio, tiene la fuerza de levantar nuevos mundos...yo creo que eso es lo que me une realmente a Valparaíso, el bello sentido de la palabra Revolución, la Revolución de lo nuevo, de lo que es capaz de construir nuevos mundos, mundos que no son mejores, simplemente, son propios.


Los hechos son vertiginosos, el aguante es limitado, la misión es difícil...por suerte, aun tengo fuerza, aun tengo fé.